TENDENCIAS DE FUTURO



Actualmente la energía procedente de la biomasa constituye aproximadamente el 3% del consumo energético total en la Unión Europea. Otros miembros de la Unión Europea, como son Austria, Finlandia y Suecia, esta fuente renovable de energía ya representa el 12%, el 23% y el 18% respectivamente del suministro principal de energía. 

Previsiblemente, España seguirá el camino de nuestros vecinos europeos, puesto que disponemos de los recursos naturales y tecnología suficiente para ello.

Las energías renovables tienen un gran apoyo de las instituciones públicas, por lo que hay líneas de ayudas abiertas (25-70%) para la implantación de estas tecnologías.

Según el Código Técnico de la Edificación (CTE), las viviendas de nueva construcción están obligadas a incluir energías renovables, dadas las importantes ventajas que ello supone, y la longevidad de los equipos.

El combustible es totalmente renovable, y de producción nacional, por lo que no está sujeto a fluctuaciones de mercados externos. El coste de los combustibles fósiles previsiblemente irá en aumento, también lo hará el de la biomasa, aunque el coste de la biomasa siempre estará por debajo de los combustibles a los que sustituye. 

Gracias a estas características, la biomasa, es un recurso disponible que supone un ahorro importante, contribuyendo a la optimización de equipos y a la eficiencia energética sostenible.

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